Hoy queremos mostraros un vídeo de Don Faustino, para que los que aún no lo conocéis podáis ver la ubicación privilegiada de su secadero.

En plena Sierra de Béjar (Salamanca), a 1050 metros de altitud, se encuentra el secadero natural, un enclave único donde la tradición y la naturaleza se combinan para dar lugar a productos de calidad excepcional. En este entorno privilegiado, rodeados de naturaleza y aire puro, los jamones y embutidos alcanzan su punto óptimo tras una curación lenta y natural.

Un Proceso Artesanal y Natural

El secreto de los jamones y paletas Don Faustino radica en su proceso de elaboración, realizado de manera totalmente natural. 

Las condiciones climáticas de la zona, caracterizada por inviernos largos, fríos y secos, permiten reducir el tiempo que las piezas permanecen en salazón, consiguiendo así productos con muy baja salinidad, en contraste con otros jamones del mercado.

Una vez finalizada esta primera fase, se procede al lavado y asentamiento de las piezas, tras lo cual comienza el proceso de secado en el secadero natural, ubicado en plena Sierra de Béjar.

El Arte de la Curación Natural

La curación de jamones y embutidos se lleva a cabo en bodegas naturales, donde las piezas permanecen durante al menos tres años. En este tiempo, las condiciones de temperatura y humedad se regulan de forma artesanal, abriendo y cerrando ventanas, sin intervención de tecnología artificial.

El clima de la sierra juega un papel fundamental en este proceso. El viento puro y helado que desciende desde las montañas atraviesa bosques de pino, roble y castaño, impregnando cada pieza con un aroma inconfundible. Este detalle marca la diferencia y convierte a los productos en auténticas joyas de la gastronomía mundial.

La Diferencia de Don Faustino

Desde la cría del ganado hasta la curación y maduración, todo el proceso se realiza de forma artesanal, dentro de un entorno natural excepcional. Este es el valor diferencial de Don Faustino.

Los productos de Don Faustino están fuera de norma, sí, pero su propia calidad los avala. Y es que, cuando pruebas un jamón Don Faustino, entiendes el único problema de Don Faustino es que… ¡se acaba rápido!  ¿Por qué será?....Porque es irresistible.

Si aún no lo has probado, no esperes más. En cuanto a calidad-precio, es difícil encontrar algo mejor en el mercado.

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