Durante nuestro viaje a Bélgica, nos encontramos con una historia que combina ingenio, tradición y un toque de misterio: el origen del famoso vaso de Kwak. Este peculiar recipiente no solo es un símbolo de la rica cultura cervecera belga, sino que también tiene una leyenda que vale la pena compartir.
Según una versión, el vaso fue creado en el siglo XIX por el posadero Pauwel Kwak, especialmente para los cocheros que no podían abandonar sus carruajes. Diseñado con una forma única, el vaso se colgaba directamente del vehículo, permitiendo que los cocheros disfrutaran de su cerveza sin entrar a la taberna. Por otro lado, otra historia atribuye su invención a un conductor creativo, harto de que los baches en el camino derramaran su preciada bebida. Su solución: un diseño que redujera al mínimo los accidentes cerveceros.
Aunque el verdadero origen sigue siendo un misterio, lo que está claro es que este vaso, tan funcional en su tiempo, ahora es una curiosidad que no deja de despertar interés. Hoy en día, sería impensable darle el uso original, pero sigue siendo un emblema que nos transporta a otra época, donde la creatividad y la cerveza iban de la mano.
¿Conoces otra historia sobre el vaso de Kwak? ¡Compártela con nosotros y sigamos descubriendo juntos las maravillas de la tradición cervecera belga!
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